martes, junio 03, 2008

Frase de motivación: ¡Hagamos que las cosas mejoren!

Conmovernos por el sufrimiento del otro, solidarizarnos, movilizarnos en favor de los demás, es un gesto digno de admirarse y practicarse. Ayudar sin esperar recibir nada a cambio se siente muy bien, y esa es la recompensa, porque cuando uno hace el bien la vida misma se encarga de agradecernos.
En este mundo difícil y arisco, en el que saltamos a competir unos con otros en procura de mayores ingresos, no dejemos que desaparezca en nuestro horizonte lo que es más importante: el ser humano. No dejemos que se pierda la fraternidad, la comprensión. No le creamos al ritmo laboral que nos lleva al aislamiento, a pensar solo en nosotros mismos.
Procuremos nuestro bienestar sin que eso implique perjudicar a los demás. El poeta peruano César Vallejo meditaba sobre la fraternidad humana así:

Masa
Al fin de la batalla,
y muerto ya el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "No mueras, te amo tanto!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:
"No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: "¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: "¡Quédate, hermano!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vió el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...

César Vallejo
De: España, aparta de mí este cáliz [1937]

Construyamos una sociedad más humana, más pacífica, más agradable, más confiable, más justa. Por nosotros y nuestros hijos, por nuestros hermanos, por nuestros padres. Juntos, tú y yo, podemos lograr mucho, tal vez no lleguemos a ver al mundo cambiar, pero podemos mejorar nuestro ambiente de trabajo, podemos mejorar nuestras relaciones familiares, podemos mejorar el mundo que existe dentro de nosotros mismos y limpiarlo de rencores y egoísmos. Ánimo, la felicidad nos espera, la vida nos espera.

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