martes, mayo 06, 2008

Frase de motivación: ¡Cuidado con lo que decimos!

Uno de los problemas que encuentro con mayor frecuencia en las relaciones de trabajo, es la facilidad con la que las personas difundimos los malos comentarios, y me incluyo aunque en realidad no hago eso. Hay que aprender a hablar y a escuchar, discernir qué es lo que debo decir, pensar antes de hablar, igualmente saber a qué prestar oídos y que palabras dejar que se las lleve el viento.
El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa y le dice:
- Maestro, un amigo estuvo hablando de ti con malevolencia ...
- Espera! -lo interrumpe el filósofo-. ¿Hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?.
- Las tres rejas?, preguntó su discípulo.
- Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
- No. Lo oí comentar a unos vecinos.
- Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?.
- No, en realidad no. Al contrario ...
- ¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
- A decir verdad, no.
- Entonces ... -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdad, ni bueno ni necesario, sepultémoslo en el olvido.
Pongamos en práctica este pensamiento, filtremos aquello que decimos, hagamos que nuestras frases pasen por las tres rejas antes de decirlas. Y mejoremos nuestras relaciones interpersonales. Seamos felices y procuremos no arruinarle la felicidad a los demás.

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