Frase de motivación: ¡Acompañemos con amor!

Con la mejor de las intenciones, sin ánimo de manipular a nadie, algunas veces tendemos a tratar de imponer nuestra postura, me explico: un amigo muy cercano y querido está a punto de cometer un error y nos apuramos a impedírselo, se lo decimos, le aconsejamos, le explicamos y sin embargo persiste en cometer el error (lo que nosotros creemos que es un error), entonces nos enfadamos o en el peor de los casos queremos seguir interviniendo. Esa es una situación que he visto mucho y en la que también he caído en el pasado
Un discípulo se adelantó a su maestro de sabiduría y le dijo:
-Maestro encontré a un caracol en la carretera, lo cogí y lo puse en mi jardín para que no fuera aplastado por lo coches.
El maestro respondió:
-¡Idiota!, ¿cómo te atreves a perturbar el destino de esa criatura?
El discípulo se marchó avergonzado, volvió a su jardín y tomando nuevamente al caracol lo devolvió a la carretera. Nuevamente volvió a su maestro y le dijo:
-Maestro devolví el caracol a su lugar para que se siguiera el curso de su destino.
El maestro le dijo otra vez:
-¡Idiota!, ¿cómo te atreves nuevamente a perturbar el destino de esa criatura?

Para los padres esto es mucho más difícil todavía, sobre todo cuando sus hijos son adolescentes y empiezan a enfrentarse al mundo, los padres sienten el deseo de impedir que sus hijos se lastimen. Pero cada cosa pasa por algo, todo tiene un sentido y todo puede servirnos para hacernos mejores, todo puede entregarnos una enseñanza, por eso, tenemos que aprender que nuestro rol con la gente que amamos es de compañeros, tenemos que comprender que nosotros no vivimos la vida de los demás, y que el otro tiene el derecho de equivocarse, porque muy a nuestro pesar, los golpes de la vida nos enseñan. Acompañemos con amor, pero respetemos el camino que cada cual debe andar.

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