Hoy tuve que hacer compras, en el market un pequeño iba comprando con su mamá, trepado en el coche, concentrado en leer las bolsas de los productos como la madre, que de cuando en cuando le consultaba alguna cosa y el niño asentía, obviamente lo hacía ella como un juego porque estimo que el pequeño no superaría los 4 años.
De pronto, sin ningún motivo aparente, el muchachito soltó una estrepitosa carcajada que tanto a la madre como a mí nos sorprendieron, y su risa prolongada fue provocando sonrisas en todos los demás compradores que pasaban por la sección de legumbres.
"Felices los que se ríen de si mismos, porque nunca acabará su diversión.
Felices los que saben descansar sin buscar excusas, porque están en el camino de la sabiduría.
Felices los que no se toman muy en serio, porque serán más estimados por los demás.
Felices si toman en serio las pequeñas cosas y afrontan con calma las grandes: llegarán muy lejos en la vida.
Felices si aprecian una sonrisa y olvidan un mal gesto, pues caminarán por la vertiente feliz de la vida" Recordé que hubo un tiempo en el que mis preocupaciones eran menores y podía
ver la vida con mejor sentido del humor. ¿Por qué no dejamos que la
risa aflore sin más? Sería tan saludable poder
reír como ese pequeño.
En lugar de estar pensando tanto en los problemas, una buena carcajada incluso de uno mismo, el motivo es lo de menos, solo reír porque sí, porque hace bien.
Porque es mejor vivir la vida con buen humor que asumirla como atravesar un túnel tortuoso. Espero que tengas un fabuloso día hoy, y que el de mañana sea mejor todavía.
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Etiquetas: compromiso personal, felicidad, reír, vida
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