lunes, octubre 29, 2007

Reflexiones: Instantes, de Borges.

Cita de Jorge Luis Borges (1899 - 1986), escritor argentino, autor muy destacado de la literatura en español del siglo XX.


Si pudiera vivir nuevamente mi vida

En la próxima, tratará de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho me tomaría muy pocas cosas con seriedad.

Sería menos higiénico, correría más riesgos.
Haría más viajes, contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.

Iría a lugares donde nunca he ido,
comería más helados y menos habas.
Tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata y
prolíficamente cada minuto de su vida.
Claro que tuve momentos de alegría,
pero si pudiese volver atrás,
trataría de tener solamente buenos momentos.

Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, solo de momentos.
No te pierdas el ahora.

Yo era una de esos que nunca iba sin un termómetro,
sin una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas.
Si pudiese volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir, comenzaría a andar descalzo
a principios de la Primavera y seguiría así hasta
concluir el Otoño.

Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres y jugaría con niños.

Si tuviera otra vez la vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años y sé que me estoy muriendo...


Pocas veces nos paramos a contemplar las pequeñas cosas que nos rodean: cada día encierra muchos pequeños tesoros, que pocas veces somos capaces de ver; siempre andamos corriendo de un lado a otro, apenas prestando atención a lo que nos rodea, dando más importancia a ese televisor nuevo, o a los cientos de problemas del trabajo, de los pagos...

¿Invertiríamos tanto tiempo en los mismos asuntos o dando importancia a tantos problemas (muchas veces imaginarios, como reza el poema), si supiéramos cuándo nos iba a llegar la hora?

Es de sabios fijarse en las pequeñas maravillas del día a día; seamos sabios en nuestras vidas para disfrutar de la sonrisa de nuestro hijo, de nuestra pareja, de un rato de silencio, de una lectura pausada, de un abrazo o un beso.

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domingo, octubre 21, 2007

Reflexiones: El anillo

Quiero compartir este relato que pertenece al libro de paulo Coelho "El alquimista"

A lo largo de nuestras vidas nos encontraremos con mucha gente; gente que nos valorará por nuestras acciones y palabras, pero quizá con otra que no sepa, o no quiera ya no valorar nuestros esfuerzos, sino tampoco motivarnos para seguir adelante en nuestro camino.

Independientemente de sus palabras, sigamos con nuestras convicciones y conquistemos nuestros retos.




El Anillo


Un joven discípulo fue a ver a su querido Maestro.
- Vengo, Maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

El Maestro, sin mirarlo, le dijo: Cuanto lo siento, muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizá después...- Y haciendo una pausa, agregó - si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este problema con más rapidez y después, tal vez, te pueda ayudar.

Eeee...encantado, Maestro -
titubeó el discípulo, pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas.

Bien, asintió el Maestro. Se quitó el anillo en el dedo pequeño y dándoselo al muchacho, agregó: toma el caballo que está allá fuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Ve y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

El discípulo tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía con el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban la espalda y sólo un viejito fue tan amable como para explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para darla a cambio de un anillo.

Con el afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta.

Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado, más de cien personas, abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.

Cuánto hubiera deseado el discípulo tener él mismo esa moneda de oro! Podría habérsela entregado al Maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda.
Al llegar, dijo:

-Maestro, lo siento, no se puede conseguir lo que me pediste...quizá pueda conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto al valor del anillo.
- Qué importante lo que dijiste, joven amigo -
contestó sonriente el Maestro -. Primero debemos conocer el valor del anillo. Vuelve a montar y ve al joyero. Quién mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregunta cuánto te da por él. Pero no importa lo que te ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joven discípulo volvió a cabalgar y llegó a la casa del joyero.

El joyero examinó el anillo a la luz del candil con su lupa, lo pesó y luego le dijo: - Dile al Maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya mismo, no puedo dar más de 58 monedas de oro por su anillo.

- ¡¡¡¡¡¡¡58 monedas!!!!!!!! - Exclamó el joven.

- Sí - replicó el joyero - sé que con más tiempo podríamos obtener hasta 70 monedas, pero si la venta es urgente...ahora no puedo ofrecer más.


El joven corrió a toda velocidad con su caballo y entró emocionado a casa del Maestro, a contarle lo acontecido.


- Siéntate muchacho - convino el Maestro tras escuchar su historia - Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede apreciarte un verdadero experto. ¿Qué haces pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor? . Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en su dedo pequeño.


Todos debemos considerarnos como este anillo del que habla el relato: únicos y valiosos. Pero muchas veces caminamos en nuestras vidas pretendiendo que gente a la que no importamos ni nos valora nos juzgue por su rasero, nos infravalore.


Sigamos esforzándonos día a día, puliendo y sacando brillo a ese anillo que podemos llegar a ser, intentando descubrir nuevos brillos para futuras oportunidades.



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viernes, octubre 19, 2007

Reflexiones: Las cuerdas del violín.

Esta historia se le atribuye al gran violinista italiano Niccolò Paganini (1782-1840), uno de los violinistas más famosos de la historia y virtuosos de su tiempo.

Niccolò Paganini, debido a su virtuosismo al tocar el violín, cosechó muchas leyendas a su alrededor, llegando a ser considerado un brujo, o que usaba técnicas sobrenaturales para crear esos sonidos con el violín.



Esta historia narra uno de sus conciertos. El auditorio estaba repletó y sonó una gran ovación al entrar la orquesta y el director. Pero al aparecer Paganini, la ovación fue ensordecedora, tal expectación creaba.

Paganini se coloca el violín y comienzan a escucharse bellos sonidos, breves y semibreves, corcheas y semicorcheas; los sonidos envuelven y encantan al público allí congregado.

Repentinamente un sonido extraño interrumpe el silencio: una de las cuerdas del violín de Paganini se rompe. Tanto el director como la orquesta pararon de inmediato.
Pero el violinista, a pesar del percance continua arrancando los sonidos al instrumento.

El maestro y la orquesta vuelven a tocar, y antes de que el público se sobreponga, otra cuerda del violín vuelve a romperse.

Nuevamente la orquesta y el director paran de tocar, el rumor entre el público se acrecienta...pero Paganini no paró. Como si nada hubiese sucedido, él olvidó las dificultades y avanzó, sacando sonidos de lo imposible.

El director y la orquesta, impresionados, vuelven a tocar. Pero el público no podía imaginar lo que estaba por acontecer: una tercera cuerda del violín se rompe.

El director y la orquesta paran de tocar, angustiados y el público contiene la respiración: Paganini, continua, como un contorsionista musical, arrancando sonidos a la única cuerda del violín, y la orquesta y el director motivados ante la actitud del violinista, siguen tocando ante el delirio del público.

Paganini alcanzó la gloria, su nombre se hace famoso a través de los tiempos, no sólo como violinista, sino como un profesional que continua adelante frente a las adversidades.
Independientemente del problema que tengamos, sea de índole personal, profesional o incluso familiar, no todo está perdido. Aún tenemos, como en el violín, cuerdas para continuar ejerciendo nuestro talento.

Siempre quedará una cuerda para apoyarnos en ella: el intentar seguir con nuestros proyectos e ilusiones, ser persistentes, dar el máximo de nosotros a pesar de las piedras del camino, cambiando a un nuevo enfoque para dar un paso más.

Cuando todo parece ir en contra, démonos otra oportunidad y sigamos adelante, automotivándonos, a nuestro cerebro, a la mano que toca el violín. Si los resultados no acompañan, es nuestra oportunidad de tocar esa última cuerda, con la creatividad para reinventarnos a nosotros mismos, dando el mejor resultado.
La mejor cuerda con la que podemos tocar es la de:
CREER EN NOSOTROS MISMOS.


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jueves, octubre 18, 2007

Frase de Motivación: Envejecer es obligatorio, crecer es opcional.

Cuenta un texto que circula por la Red que una mujer, pasados los 80 años, se matriculó en la Universidad en EEUU y, cómo son las cosas, contagió su energía a los jóvenes estudiantes que iban a diario con ella a clase.





Envejecer es obligatorio,
pero crecer es opcional



Les causó tal efecto que la convidaron a dar uno de los discursos que abría la temporada de fútbol de la Universidad. He aquí lo que dijo en aquel discurso:

"No dejamos de amar porque envejecemos; envejecemos porque dejamos de amar. Existen algunos secretos para continuar jóvenes, felices y exitosos. Es necesario reír y encontrar el humor en cada día que se nos regala. Es necesario tener un sueño. Cuando se pierden los sueños, uno poco a poco muere.

Hay tantas personas caminando por ahí, vacías y no son conscientes! Hay una enorme diferencia entre envejecer y crecer.

Si tienes 19 años y te quedas acostado en la cama por un año entero, sin hacer nada productivo, llegarás a los 20 años. Lo mismo que hoy, que tengo 87 años y puedo pasar un año completo sin hacer nada, llegaré a los 88 años. Cualquier persona consigue envejecer. Es algo que no exige talento, ni habilidad ninguna.


La idea es crecer, siempre, encontrando oportunidades en las novedades. No tengas remordimientos. Los viejos generalmente no se arrepienten de aquello que hicieron, sino de aquellas cosas que dejaron por hacer.

Las únicas personas que tienen miedo de la muerte, son las que tienen remordimientos. Envejecer es obligatorio, pero crecer es opcional".


Qué decir del discurso, ya que tuvo un éxito enorme entre los estudiantes allí reunidos.

¿Y la actitud de esta mujer? Francamente envidiable. Llegar a la llamada tercera edad con la actitud de seguir aprendiendo y contagiando a la gente de nuestro alrededor, motivándola y dando ejemplo, con acciones, no solo palabras.

Intentemos seguir aprendiendo, soñando y amando, todo ello a medida que vamos envejeciendo, para que un día miremos atrás y sonriamos para nuestros adentros, sabiendo lo positivo que hemos generado a nuestro alrededor.

Como dijo Mahatma Gandhi:

"Es mejor permitir que nuestras vidas hablen de nosotros
a que lo hagan las palabras".


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lunes, octubre 15, 2007

Reflexiones: El arbol de los problemas

Nos pasamos la vida trabajando duro, enfrentándonos a dificultades para lograr sacar nuestras profesiones adelante, y en esas horas surgen diariamente muchos problemas a los que debemos dedicarnos para solucionar, sin embargo cuando regresamos a casa, muchas veces esos problemas aun no han desaparecido y nos acompañan penetrando en la vida familiar y devorando esos momentos de paz y tranquilidad que dedicamos a nuestras familias.

Esta vieja historia me gusta porque refleja esta situación, y nos hace reflexionar sobre la necesidad que tienen nuestras familias de poder disfrutar de nuestras sonrisas, de nuestro cariño y de nuestra mejor actitud, y nosotros no tenemos derecho a robarles ni un solo minuto de esa felicidad.




El árbol de los problemas

Contraté a un carpintero para ayudarme a reparar una vieja granja y acababa de finalizar un duro primer día de trabajo después de que su cortadora eléctrica se hubiera dañado haciéndole perder una hora de trabajo y ahora su antiguo camión se negaba a arrancar.

Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invito a conocer a su familia.

Bajamos del camión y mientras nos dirigíamos a la puerta hizo algo que me llamó la atención pero que no pude comprender, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol y tocó las puntas de las ramas con ambas manos.

Cuando se abrió la puerta de su casa, ocurrió una sorprendente transformación y su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa.

Posteriormente me acompañó hasta el carro, y cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes.

¡Ah! Ese es mi árbol de los problemas. – contestó - Se que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la
casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos, así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa y no pienso en ellos hasta por la mañana del día siguiente en que los recojo otra vez.

Y continuó sonriendo: Lo divertido es que cuando salgo en la mañana a recogerlos, siempre hay menos que los que colgué la noche anterior.


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sábado, octubre 13, 2007

Frase de motivación: la realidad que vivimos depende de la actitud con que la afrontamos

La frase de hoy es de Viktor Emil Frankl (Viena, 1905-1997), padre de la Logoterapia, y cuya vida estuvo marcada por el sufrimiento, al que supo sobreponerse debido a su actitud al enfrentarse a éste.




Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor al menos podrás escoger la actitud con que la afrontes.

Viktor aprendió de sus padres las creencias religiosas judías, y desde pequeño mostró gran inteligencia y sensibilidad. Vivió las dos guerras mundiales, con el sufrimiento que ambas generaron en millones de personas.

Estudió psicoanálisis y abrió centros de consulta para los afectados por depresiones e intentos de suicidio, debido a la pobreza generada por la primera guerra mundial. Dentro de sus bases de psicólogo basa el aspecto doloroso de la existencia como una oportunidad de desarrollo, aprendizaje y sentido.

Durante la segunda guerra mundial, Viktor es apresado en 1942 por los alemanes y llevado junto a miembros de su familia a los horribles campos de concentración.

En este terrible entorno de sufrimiento se propuso el aprender algo y sobrevivir para ponerlo al servicio de su causa.

Sirvió en el campo de concentración como médico y terapia para el resto de los hombres y mujeres allí presos. Fue muy difícil cumplir su objetivo ante aquel entorno de frío y hambre, presenciando atrocidades, enfermedades y muertes día tras día.

Viktor se apoyó en varios aspectos para sobrevivir y ayudar a otros con su terapia:
  • la experiencia del amor: el amor hacia su familia y su esposa. Escribió:
    "el amor es la meta más elevada y esencial a la que puede aspirar el ser humano...la plenitud de la vida humana está en el amor y se realiza a través de él".
  • la vivencia de la naturaleza: intentaba admirar el atardecer cada vez que podía para desconectar del horror del día a día.
  • la experiencia del arte: en los pocos ratos libres se intentaban reunir en grupos para cantar o recitar poemas o recordar obras de teatro.
  • el sentido del humor: contaban anécdotas graciosas y bromas, y se reían cuando las sirenas anunciaban bombardeos, ya que les liberaban del sufrimiento del trabajo.
  • el sentido del pasado: para poder soportar el duro presente recordaban vivencias anteriores que les reportaban serenidad.
  • la vivencia de la espiritualidad: oraba diariamente y cuando era posible en grupo.
Una vez liberado de este cautiverio en 1945 del que pudo salir ileso al menos físicamente, y tras meses sobreponiéndose a las experiencias y a la pérdida de su familia y esposa, pudo relatar sus vivencias y escribirlas en un libro titulado "El hombre en busca de sentido", publicado hoy en día en 18 idiomas, y que es una joya que recomiendo leer sin dudarlo.




Viktor encontró que si atesoraba una esperanza, un porqué, una idea de que alguien lo esperaba, que ese sufrimiento no iba a ser eterno, podría resistir hasta el último momento.

Encontró que el ser humano, en medio del sufrimiento, tiene siempre y en cualquier circunstancia una íntima y verdadera libertad: elegir de qué forma afrontar esa circunstancia, por muy extrema y dolorosa que sea.

Siempre está en nuestras manos el elegir la actitud, ya sea con nosotros mismos, con nuestra pareja, con la situación que estamos viviendo. Intentemos que ésta sea de construcción y de serenidad, de amor para los seres queridos.

LA ELECCIÓN ES NUESTRA!!!!



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jueves, octubre 11, 2007

Reflexiones: El Valor del Tiempo

Esta es una historia para reflexionar acerca del uso que hacemos de nuestro tiempo.


Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente,
pero
el presente es tuyo.

Proverbio árabe




Imagínate que existe un extraño Banco que cada mañana abona en tu cuenta la suculenta cantidad de 86.400€.

Este Banco, al mismo tiempo, tiene un extraño funcionamiento: no acumula el saldo sobrante de un día para otro; es decir, cada noche borra de las cuentas el saldo que no se ha gastado.

¿Qué harías? ...supongo que retirar cada día la cantidad que no has gastado, verdad?

Pues bien, todos tenemos ese Banco a nuestra disposición: su nombre es el Tiempo.

Cada mañana, este Banco abona en nuestras cuentas personales 86.400 segundos.
Y cada noche también borra de las cuentas y da como perdida cualquier cantidad de ese saldo que no hayas invertido en algo provechoso.

Este Banco no acumula saldos...
Cada día abre una nueva cuenta...
Cada noche borra los saldos...

Si no usas tu saldo a lo largo del día, tú eres el que pierdes, no hay manera de recuperarlo. No existen cargos a cuenta del ingreso de mañana: debes vivir el presente con el saldo de hoy.

Por tanto, un buen consejo es que debes invertir TU TIEMPO de tal manera que consigas lo mejor en salud, felicidad y éxito. El reloj sigue en marcha, intenta aprovechar lo máximo en el día.

Pero el problema que tenemos con el tiempo es que no le damos la suficiente importancia, ya que nos hemos acostumbrado a dejarlo que se vaya sin aprovecharlo pues sabemos que al día siguiente tendremos más, que pase lo que pase tendremos más pero el tiempo tiene mucho más valor del que le otorgamos, y si no me crees, reflexiona y trata de comprender el valor real que tiene:

Para comprender el valor de un año, pregunta a algún estudiante que repitió curso...

Para comprender el valor de un mes, pregunta a una madre que alumbró a un bebé prematuro...

Para comprender el valor de una semana, pregunta al editor de un semanario...

Para comprender el valor de una hora, pregunta a los amantes que esperan encontrarse...

Para comprender el valor de un minuto, pregunta al viajero que perdió el tren...

Para comprender el valor de un segundo, pregunta a una persona que estuvo a punto de tener un accidente...

Para comprender el valor de una milésima de segundo, pregunta al atleta que ganó una medalla de plata en las olimpiadas...

Atesora cada momento que vivas: ese tesoro tendrá mucho más valor si lo compartes con alguien especial, lo suficientemente especial como para dedicarle tu tiempo, y recuerda que el tiempo no espera por nadie.

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Reflexiones: El trabajo en equipo

Cuenta una historia que en una ocasión el León, el Rey de la selva, estaba muy angustiado por la cantidad de cazadores que perseguían a los animales. El León decidió reunir un ejército para defenderse de éstos.

Buscando, al primero que encontró fue a un enorme y pesado Elefante. Buenos días, majestad, saludó el elefante.


Buenos días querido Elefante. Quieres formar parte de mi ejército? le preguntó el león.

Por supuesto majestad, respondió rápidamente el elefante.

Entonces el león añadió: Tú serás nuestra gran defensa, ya que eres grande y fuerte, irás siempre por delante.

Así continuaron los dos a la búsqueda de nuevos aliados. Al
poco se encontraron con el Lobo, que saludó respetuosamente: Buenos días majestad.

Muy buenos días señor Lobo, estoy preparando un ejército para defendernos de los cazadores. Querrás venir con nosotros? El elefante miró al león y le preguntó: ¿De qué nos va a servir un animal tan pequeño, comparado conmigo? ...El rey de la selva, haciendo caso omiso del comentario se dirigió de nuevo al lobo y le dijo: Tú podrás ser uno de los más feroces soldados.

El lobo aceptó sin duda alguna y los tres continuaron la marcha a la búsqueda de más soldados. De repente se encontraron con un
Mono chillón y el león le formuló la misma pregunta para que formara parte de su ejército. ¿Para qué quieres a éste en nuestro ejército? no sirve para nada... comentó el lobo... Siempre será bueno distraer al enemigo, y nadie lo hará mejor que él, zanjo el leon.
De allí continuaron los cuatro el camino, mientras el león comenzaba a ver cómo se iba formando su ejército. De pronto aparecieron en su paso una atemorizada
Liebre y un pobre Burro que apenas podía caminar. El león se dirigió a ellos ante la incredulidad de el elefante y el lobo...los vas a reclutar, majestad? preguntaron al unísono.

Claro que sí! rugió el león. Pero...para qué? preguntó el lobo...no te das cuenta que la liebre es un animal siempre atemorizado, que siempre escapa a todo correr y que este pobre burro está tan tullido que no puede ni con su peso? Estos no nos van a ayudar en nada! Ante su asombro, el león los reclutó.

Pasaron muchas jornadas cuando finalmente llegó el día de la batalla. El
Burro, sentado en un punto avanzado rebuznó bien fuerte y avisó a todos de la proximidad del enemigo. La Liebre, aprovechando su velocidad, corría llevando mensajes de uno a otro. El Mono chillón distraía a los cazadores saltando de árbol en árbol gritando como solo sabía hacerlo él. Mientras tanto, el Elefante aparecía con su trompa, rebufando hacia todos lados; detrás de él, por un lado apareció el Lobo con la espalda electrizante y enseñando los colmillos. Por el otro lado el León hizo su aparicion estelar rugiendo y zarandeando su magnifica melena.

El resultado fue evidente: los cazadores huyeron tirando las armas y jurando no volver mas a la selva.

El león fue un verdadero lider, ya que consiguió trabajar con las fortalezas de los miembros de su equipo, aun cuando los demas veían claramente sus debilidades. El elefante veía muy pequeño al lobo. Estos dos no veían utilidad alguna en el mono y aun menos en la liebre y el burro.


Si consiguiéramos concentrarnos más a menudo en las
cualidades y no en los defectos de aquellos que nos rodean, bien seguro que nuestra vida seria más agradable. Por el contrario es mucho más habitual hacer lo contrario, es decir, gente concentrada en los puntos desagradables de los demás, ¿no recordáis a esa persona que siempre está criticando todo y encontrando defectos a todos con los que se cruza? ¿A que no es agradable estar con alguien así?

Si no somos capaces de ver alguna
buena cualidad en los demás, debiéramos preocuparnos, pero por nosotros mismos, ya que nos hemos podido volver tan negativos que no podemos percibir todo lo bueno que hay alrededor nuestro.

Lo negativo: ver solamente los defectos y puntos débiles de aquellos con quienes nos toca vivir o trabajar.

Lo
positivo: darnos cuenta de las cualidades y puntos fuertes de los demás y aprovecharlos para beneficio de todos, contando con un equipo extraordinario.



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miércoles, octubre 10, 2007

Frase de motivación: Los problemas y las oportunidades

De todos es conocido que las cosas no son como son, sino como las vemos, o mejor dicho como nos acostumbramos a verlas, y así encontramos personas que por mucho que les suceda bueno o malo siempre lo ven con el mismo prisma y eso distorsiona su posibilidad de ser felices en la vida.

La frase que os traemos hoy habla de eso precisamente y no fue dicha por un anónimo sino que se le atribuye a alguien de renombre mundial, y os la queremos ilustrar con una historia que representa de manera muy gráfica como el enfoque determina lo que ocurre finalmente.



"Un optimista ve una oportunidad en cada problema
y un pesimista ve un problema en cada oportunidad"

Winston Churchill.




Historia del campesino y el burro.

"Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo.El animal lloró fuertemente por largo tiempo, mientras el campesino trataba de buscar algo que hacer.

Finalmente el campesino decidió que no podía hacer nada para sacar al pobre animal del pozo y llamó a sus vecinos para que le ayudaran a llenar el pozo de tierra, ante la imposibilidad de sacarlo.

El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró terriblemente. Luego, para sorpresa de todos se quedó quieto después de unas cuantas paladas de tierra.

El campesino finalmente miró al fondo del pozo y enmudeció ante lo que vió:

Con cada palada de tierra que lanzaban, el burro estaba haciendo algo increíble: se sacudía la tierra y daba un paso encima de la misma.

Muy pronto todos los vecinos se sorprendieron al ver al burro llegar hasta la boca del pozo, saltar por encima del borde y salir trotando..."



Como la vida misma, a veces ciertas situaciones nos cubren de tierra y no vemos más allá del problema; si además nuestra actitud es derrotista o negativa, nos anegamos completamente.

La solución, aunque no sea sencilla, es ver en cada problema una oportunidad, saber tener perspectiva para "ver" por encima de la situación, y seguir luchando por salir a flote.

¿Qué prefieres, echar arena sobre un problema para obviarlo, sabiendo que puede volver con más fuerza, o encararlo de manera positiva y aprender de esa situación?


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lunes, octubre 08, 2007

Reflexiones: Los Mensajes del Agua

Cuando nacemos más del 70 por ciento del peso de nuestro cuerpo es Agua, porcentaje que va bajando a medida que nos hacemos mayores, hasta el 55-60 por ciento.

El Agua es una fuente de energía importantísima a lo largo de nuestra vida, es el principio de muchas cosas, un bien fundamental para nuestra salud.

Un científico japonés, Masaru Emoto, realizó un experimento muy interesante en el cual demostraba cómo los diferentes sonidos afectaban a las moléculas del agua.

La técnica consistía en exponer al Agua a ciertos sonidos y después congelarla y fotografiar ampliados los cristales resultantes.

El resultado de este experimento es increíble: ciertos sonidos, como el de la palabra "GRACIAS", una oración, palabras de aliento, o el Aria de Bach creaban preciosas moléculas cristalizadas.

Por otra parte, el sonido de la voz de Hitler, amenazas de muerte o gritos, creaban unas formas completamente distorsionadas y carentes de belleza o uniformidad.

Tras conocer el resultado de este experimento y sabiendo que nuestro cuerpo y nuestro planeta se componen de gran cantidad de Agua, qué podemos pensar que ocurre cuando nos dirigimos a alguien de mal modo, gritando o toda la contaminación acústica que nos rodea continuamente y que en ciertas ocasiones también provocamos nosotros: música a todo volumen, claxon del automóvil, las continuas obras en las ciudades, al lado del mar en nuevas urbanizaciones...

Quizás después de ver el resultado de este experimento, y de una introspección acerca de cómo nos comportamos con la gente de nuestro alrededor y en nuestros lugares habituales, recapacitemos y demos una tregua para no crear esas moléculas amorfas y carentes de belleza.

Seguro que merece la pena el esfuerzo...

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domingo, octubre 07, 2007

Frase de Motivación: Ser parte de los que hacen que todo suceda

La frase de hoy es de un autor que he entró en mi vida cuando despertaba a mis primeros 14 años y aún conservo aquel pequeño librito que compré en la Cuesta de Moyano en Madrid, y que he leído más de veinte veces.

Sus frases me han ayudado a reflexionar, me han aportado luz en momentos de penumbras, me han sido de guías en etapas de incertidumbre, y hoy quiero compartir una de esas frases.

El autor es Khalil Gibrán y el libro, que os recomiendo todos de este autor, es "Arena y Espuma"




"Quiero caminar junto a los que caminan.
No quiero permanecer inmóvil, contemplando la procesión"



Efectivamente, hay que atreverse a salir de la grada y bajar al campo y ser parte del partido, dejar de ser un mero espectador de la vida, dejar de contemplar lo que hacen los demás observándolos como dioses y sintiéndonos menores e incapaces, porque es mentira, somos capaces de hacer grandes cosas, muchas grandes cosas pero todo comienza con la decisión de cambiar la seguridad del balcón donde veo la procesión pasar y atreverse a incluirse en la multitud que avanza en la propia procesión. No verla, ser la procesión.

Nos enseñan a trabajar y observar que los demás son grandes, que hay quien consigue grandes logros y nadie nos explica que nosotros también podemos, que somos los verdaderos artífices de nuestras vidas y que debemos convertirnos en los protagonistas principales.

Da el paso!!!. Avanza!!! Arriésgate!!! Atrévete a salir al césped y ser quien marque el próximo gol en tu vida.

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lunes, octubre 01, 2007

Reflexiones: El enfoque del trabajo

Cuenta una leyenda que un peregrino que realizaba el camino de Santiago paró a descansar en una pequeña aldea. Mientras comía algo, observó a tres hombres realizando una ardua tarea en la cantera.

Los tres realizaban el mismo trabajo, y el peregrino se acercó a preguntarles por la misma:

al preguntar al primer hombre, éste respondió con malas maneras y gesto contrariado:
- es que no lo ves? estoy picando la dura piedra ...déjame seguir trabajando...

el segundo hombre al que preguntó le dijo:
- está claro, peregrino... estoy puliendo las piedras con cincel para que puedan ser mejor trabajadas, con pocas ganas de hablar...

el tercer hombre, con una sonrisa le respondió:
- el puente para enlazar con la otra orilla del río!!!

Tres diferentes respuestas para la misma tarea, diferentes actitudes ante la misma.

En cómo veamos el fin, el objetivo o la visión de nuestros quehaceres, tanto personales como profesionales, dependerá la actitud que tengamos para ellos.

La automotivación es un hábito que, aunque pueda resultarnos duro, aclara mucho nuestro comportamiento ante las dudas, imprevistos o dificultades del camino y ayuda a que todo lo que hagamos tenga un sentido dándonos fuerzas para seguir con ello.

Planteémonos que el día que comienza puede ser un buen día, con una sonrisa interior para nosotros y exterior para los que nos rodean y veamos el trabajo diario en que estamos metidos enfocándonos en el fin para el que lo hacemos, en los beneficios que conseguiremos cuando todo esté finalizado en vez de enfocarnos en la tarea por si misma y en las dificultades que representa.

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